CASO DE LA PÁGINA ONCE

El 28 de julio de 1968, Fernando Belaúnde Terry, vivía sus últimos días como Presidente de la República. Los graves conflictos sociales en Talara, las vinculaciones del régimen con la International Petroleum Company, engendraron los motivos para romper la institucionalidad. En el último mensaje de Belaúnde como Presidente, anunció que se había resuelto el problema de la Brea y Pariñas, sin especificar el destino y la suerte de los trabajadores petroleros.

El sábado 10 de agosto, una comisión unificada de trabajadores petroleros, presidida por Luis Núñez Taiman, presentes en Lima para ventilar la problemática petrolera, fue recibida por el ex Presidente Belaúnde quien después de escuchar por dos horas y media a los delegados petroleros, les manifestó que sobre cualquier decisión que se tomara a nivel de gobierno con respecto al petróleo, ellos serían los primeros en ser informados. 

 
Sin embargo, en la madrugada comprendida entre el 12 y 13 de agosto de 1968, se firmó en Palacio de Gobierno un contrato como Anexo de la famosa "Acta de Talara", en cuya firma participaron el señor Fernando Espinoza, en su calidad de Gerente de la IPCo y el Ing. Carlos Loret de Mola, en nombre de la Empresa Petrolera Fiscal -EPF- 

 
Como es lógico, la difusión de este hecho en los diarios capitalinos, tomó por sorpresa a los trabajadores petroleros, quienes sintiéndose burlados, entendieron que "El Acta de Talara" era una de las más grotescas farsas, ya que en la práctica significaba la entrega del petróleo a la IPCo.

De acuerdo con este documento, la IPCo, en compensación a su deuda (ya reconocida) entregaba al Estado Peruano la superficie de la Hacienda La Brea y Pariñas, así como las instalaciones y equipos de extracción de crudo, pero se hacía reconocer los derechos sobre la refinería, todos los anexos y equipos mecánicos, tanques, oleoductos, además de cuatro importantes concesiones:

1. Concesión para refinar petróleo en Talara, durante 80 años.
2. Concesión por 80 años para fabricar aceites y combustibles.
3. Concesión de 80 años para mantener el monopolio de la comercialización.
4. Concesión de un millón de hectáreas en la selva peruana.

Puesta al descubierto la mascarada del gobierno del presidente Belaúnde, la delegación unificada de trabajadores petroleros, inició una campaña de esclarecimiento ante la opinión pública en la ciudad de Lima, visitando organizaciones sindicales, universidades, Colegio de Abogados, Frente de Defensa del Petróleo, gremio de periodistas, de quienes recibieron el más amplio apoyo.

El 11 de setiembre, cuatro semanas después de la firma del Contrato, el ya ex Presidente de la Empresa Petrolera Fiscal -EPF- Ing. Loret de Mola, en una exposición televisada, denunció la desaparición de la página once de aquel instrumento legal sobre compra y venta de crudos, en la cual -según explicó- había importantes acotaciones sobre el precio de venta de petróleo (extraído por la empresa peruana) a la refinería de la IPCo. 

 
Aún desaparecido Fernando Belaúnde Terry, el misterioso caso de la Página Once, no ha sido esclarecido y el misterio del contenido se mantiene con opiniones divididas.

El tema generó un gran escándalo político y sirvió de pretexto para que el 3 de octubre de 1968, el presidente Belaúnde fuera depuesto por el general Juan Velasco Alvarado.

El 9 de octubre el presidente Velasco anuncia en forma dramática, que en esos momentos el ejército peruano, con acantonamiento en Piura, al mando del general Fermín Málaga Prado, estaba ingresando a Talara asumiendo el control de la refinería. Ese día fue designado como el Día de la Dignidad Nacional eliminándose el nombre de la International Petroleum en Co. en el Perú.