
Sarmiento
de Gamboa cuenta en su crónica: que "andando Topa Inga Yupanqui
conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí
unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas,
navegando a la vela. De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que
eran unas islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha
gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se
contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la feliz
ventura que le ayudaba por la mar... y... se determinó ir allá. Y para esto
hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil
soldados escogidos". Y concluye la crónica: "Navegó Topa Inga y fue y
descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo
gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y