INTRODUCCIÓN
El
9 de Noviembre de 1989 es una fecha que ha quedado grabada en la historia. Ese
día se anunció oficialmente, en conferencia de prensa, que a partir de la
medianoche los alemanes del este podrían cruzar cualquiera de las fronteras de
Alemania Democrática (RDA), incluido el Muro de Berlín, sin necesidad de contar
con permisos especiales. De inmediato se corrió la voz en ambas partes de la
ciudad dividida y mucho antes de la medianoche miles de expectantes berlineses
se habían congregado a ambos lados del muro. En el momento esperado, los
berlineses del Este, a pie o en automóvil, comenzaron a pasar sin mayor
dificultad por el puesto de control. Abundaron las escenas llenas de emoción:
abrazos de familiares y amigos que habían estado separados por mucho tiempo,
crisis de llanto, rostros que reflejaban incredulidad, brindis con Champagna o
cerveza, regalos de bienvenida a los visitantes, flores en los parabrisas de
los autos que cruzaban la frontera y en los rifles de los soldados que
custodiaban los puestos de vigilancia. A esta primera reacción seguirían otras
de carácter político y económico.