miércoles, 23 de octubre de 2013

VIOLENCIA DE LOS GRUPOS ARMADOS EN EL PERÚ



UNA HISTORIA DEL TERROR.
El 17 de mayo de 1980, en la comunidad de Chuschi en Ayacucho, Sendero Luninoso inició la llamada “guerra popular”, con la quema de las ánforas electorales, al día siguiente atentaron contra el local de la Municipalidad de San Martín de Porres en Lima.

A partir de 1980, el Perú se dio enfrentado al fenómeno de terrorismo. El movimiento subversivo Sendero Luminoso empezó  atacar desde Ayacucho, asesinando dirigentes campesinos, destruyendo maquinarias y torres de electricidad, y organizando paros bajo la amenaza de muerte. El gobierno, en un principio, no vio la real dimensión del problema hasta que, en 1983 las Fuerzas Armadas se encargaron de la lucha antisubversiva. En 1984 el movimiento revolucionario Tupac Amaru (MRTA) inicio también su actividad subversiva. Estos movimientos pretendían llegar al poder a través de medidas radicales. Pretendían solucionar un conflicto por medio de la violencia.
También se registraron casos de masacres de comunidades campesinas íntegras. El ingreso de las Fuerzas Armadas en la lucha antisubversiva no mejoró la situación de algunas comunidades campesinas. La percepción de muchas de ellas era que se encontraban en medio de dos fuegos. En este contexto de violencia, muchos pobladores optaron por huir de sus poblados con dirección a la capital.
DEL CAMPO A LA CIUDAD.
En 1985 ante la presencia masiva del ejército en Ayacucho, los senderistas avanzaron hacia otros departamentos. En grandes zonas del territorio peruano el gobierno decretó el estado de emergencia. Los grupos terroristas no tardaron en aliarse con el narcotráfico convirtiendo al valle de Huallaga en otro escenario de feroz enfrentamiento. Posteriormente los senderistas enfocaron sus ataques hacia los centros urbanos, en especial Lima. Ejecutar atentados selectivos contra miembros de las Fuerzas Armadas, personajes políticos y dirigentes sindicales y barriales.
“UN CONFLICTO QUE REBELÓ BRECHAS Y DESENCUENTROS DOLOROSOS EN LA SOCIEDAD PERUANA… LAS CIFRAS DE LAS VÍCTIMAS SUPERAN EL NÚMERO DE PÉRDIDAS HUMANAS SUFRIDAS POR EL PERÚ EN TODAS LAS GUERRAS EXTERNAS E INTERNAS EN 182 AÑOS DE VIDA INDEPENDIENTE…”
                                                                 COMISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN
Por su parte, el Ministerio Público registró la desaparición de más de 5 mil seiscientas personas entre 1981 y 1991, de las cuales 12% eran mujeres. El 14% de la población penal por delito de terrorismo entre 1986 y 1990 estaba conformado por mujeres. En 1990 el delito de terrorismo constituía la segunda causa de encarcelamiento de mujeres, después del tráfico ilícito de drogas.
Las pérdidas materiales por violencia política entre 1980 y 1992 se estiman en 21 mil millones de dólares, suma equivalente al 99% de la deuda externa peruana en ese último año.
FIN DEL TERROR.
Hacia 1990 el terrorismo avanzaba. Diez años de subversión habían causado miles de muertos, millones en pérdidas materiales y el éxodo de cientos de miles de personas.
Los ataques subversivos se encontraron en la capital mediante derribamiento de torres de alta tensión que ocasionaban constantes apagones, coches bombas en lugares científicos de la capital que produjeron muertos o heridos y asesinatos dirigido contra líderes. El asesinato de María Elena Moyano en febrero de 1992, el atentado contra el local del canal 2 en junio de 1992 si el estallido de un coche bomba en el corazón de Miraflores (Tarata en junio de 1992, agudizado la sensación de inseguridad y el peligro que  se cernía sobre la población.
La incapacidad del gobierno para acabar con éste flagelo de equipo y la aparición de un grupo paramilitar como el comando Rodrigo Franco y el grupo Colina, dispuesto acabar con el terrorismo al margen de la legalidad: el grupo Colina. Este grupo, sin embargo, es ese también una violencia indiscriminada contra la población. En barrios altos, por ejemplo, en una apoyada asesinaron a un grupo de personas, debido a que, aparentemente, fueron confundidos con senderistas. De igual manera, un grupo de estudiantes y docentes de la universidad Enrique Guzmán y valle fueron asesinados y sepultados de manera clandestina, supuestamente por tener vínculos con agrupaciones terroristas.
Para juzgar a los detenidos por terrorismo actuaron los jueces sin rostro, convirtiendo en ilegal sus decisiones, las penas y procedimientos violaban  las garantías del debido proceso, la Constitución y los tratados internacionales de los cuales el Perú era firmante.
Con la captura del cabecilla del MRTA Víctor Polay Campos en diciembre de 1996 y  de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán en septiembre de 1992, se inició  la caída de los grupos terroristas.
A MODO DE RESUMEN
Entre los años 1980 y 1992, el Perú vivió una situación de violencia sin precedentes, originada por la acción de dos grupos subversivos: Sendero Luminoso y el movimiento revolucionario Tupas Amaru (MRTA).
Hasta 1992 había provocado 22 mil atentados, en los que murieron más de 69,280 personas. Estas cifras superan el número de pérdidas humanas sufridas por el Perú en todas las guerras externas y guerras civiles ocurridas en sus 182 años de vida independiente.
Las pérdidas materiales por violencia política entre 1980 y 1992 se estiman en 21 mil millones de dólares, suma equivalente al 99% de la deuda externa peruana en ese último año
Esta época ha dejado en el país un doloroso saldo de miles de muertos resultado de numerosos atentados terroristas, enfrentamientos armados, arrasamiento de pueblos y masacres colectivos.
600.000 personas se vieron obligadas a dejar sus lugares de origen, desplazándose hacia distintos puntos del país, en especial la capital. En la actualidad, pequeños rezagos de estos grupos terroristas siguen actuando en algunos lugares del país.
Víctor Polay Campos y Abimael Guzmán líderes terroristas fueron capturados entre los años 1996 y 1992
Esta forma más visible de violencia no es la única que aqueja al país. La pobreza y sobre todo la pobreza extrema, la delincuencia y el pandillaje; así como la discriminación y la exclusión en sus diferentes variantes (como el género, el lenguaje o las características físicas), son  otras manifestaciones de violencia que aqueja al Perú.
AUDIO QUE RESUME ESTE PERIODO QUE NO DEBE REPETIRSE.

TESTIMONIOS RECOGIDOS POR LA CONISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN.
SOBREVIVIENTE DE LA MATANZA.
PERIODISTA GRÁFICO

TRABAJADORA DEL HOGAR
INOCENTE LIBERADO


Luego de leer y escuchar los audios, se agrupan en de cuatro integrantes,  luego debate sobre este tema, como conclusión propongan el rechazo a todo tipo de violencia.

1 comentario:

  1. Sandra Flores Lezama.22 de mayo de 2014, 10:47

    Excelente altrnativa para difundir nuestra riqueza cultural. Felicitaciones a los docentes que desarrollan el intrés cultural en los estudiantes de la que siempre serå mi casa de estudio.

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