sábado, 18 de mayo de 2013

LOS VIKINGOS EN AMÉRICA



Normandos (hombres del norte) o vikingos es la denominación común que se aplicaban a los daneses, suecos y noruegos. Sus  tierras que se encontraban superpobladas los impulsaron a conquistar nuevos territorios. Estos personajes fueron excelentes marinos y bravos guerreros.

            En el año 863 d.C. llegaron a Islandia y establecieron allí una colonia. Un muchacho de cabello rojo denominado Eric “El Rojo” organizó en el 982 una expedición que llegó a Groenlandia donde fundó una colonia y la gobernó como rey.

            Por el año 1000 Leif Ericsson, hijo de Eric “El rojo”, se lanzó a la mar con una sola nave y tocó las costas de América del Norte, a estas tierras lo denominó “VINOLANDIA LA HERMOSA”  por la cantidad de viñas silvestres que encontró en estas costas



Estos audaces navegantes fueron los primeros en tocar tierras americanas. En esta tarea no solo los hombres cumplieron un papel importante en la tierra de los vikingos , sino también las mujeres, Broca Aubur, fue una de las legendarias heroínas, hace diez siglos atacó a su esposo infiel con una espada y desafió a las tradiciones sociales usando pantalones. Otra mujer irlandesa Gudrid Porbjarnadottir fue una de las dirigentes de la tercera expedición a América del norte a principios del siglo XI y dio a luz al primer niño europeo en América.

            Con la expansión vikinga mejoro el status de la mujer, como el hombre se ausentaba por periodos largos, ella se veía forzada a ser más independiente. Era valiente y fuerte, en señal de autoridad llevaba colgada de la falda las llaves de su casa. Tenía derecho a pedir el divorcio y casada o soltera poseía tierras y riquezas propias.

            La historia recoge las hazañas de aquellas que partieron a la conquista de diferentes territorios. En 1900 se descubrió en Noruega  y en Inglaterra una cripta femenina con armas y un caballo. Freydis Eiriksdottir en su lucha contra los píeles rojas tomó la espada e hizo frente a los atacantes profiriendo tales alaridos que hizo huir a sus atacantes.

HERENCIA PERDURABLE

El impacto de los vikingos duró menos de lo que hubiera podido esperarse. Por lo general, poseían una gran capacidad para ser asimilados por las poblaciones locales. Siglo y medio después de asentarse en Normandía, sus descendientes franco-vikingos (normandos) eran lo suficientemente poderosos como para que Guillermo I conquistara Inglaterra en 1066 y, a partir de 1061, Roberto Guiscardo y su hermano Roger hicieran lo propio en la isla mediterránea de Sicilia. Los colonos normandos llevaron a las islas Británicas unas formas artísticas enérgicas, nuevas técnicas agrícolas, una perspicacia mercantil y un vigoroso lenguaje. Aún son visibles las huellas escandinavas en los dialectos de Escocia y del norte de Inglaterra. Introdujeron nuevas formas de administración y de justicia, como el sistema del jurado. Quizá el legado más duradero de los vikingos se encuentre en Islandia, donde se desarrolló la gran literatura medieval extendida en forma de sagas.

En su época, los vikingos surcaron la mitad del mundo en sus barcos abiertos y ampliaron enormemente sus horizontes. A pesar de ello, no poseyeron ni recursos humanos ni aguante ni riqueza suficiente, además de una experiencia política, ni tampoco una cohesión interna o una confianza exterior para superar de forma efectiva a los más antiguos, más ricos y más estables estados que habían intentado invadir. Su dinamismo decayó gradualmente e incluso sus magníficos y veloces barcos fueron reemplazados y sustituidos por otras embarcaciones mayores, más sencillas y mejor adaptadas para el transporte de voluminosas mercancías.

 

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